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lunes, abril 30, 2007

Unas cuantas preguntas


Pedía yo ideas relacionadas con el primer aniversario de la paralización de las obras de los zulitos y me encuentro con el siguiente comentario, firmado por "angelito" y realizado sobre la entrada anterior:
Tengo toda la documentación del asunto. Si alguien está interesado en SABER Y QUIERE CONOCER LA VERDAD, puedo contestar TODAS las preguntas que se hagan en este blog al que aprecio y sigo. OFREZCO PRUEBAS Y DOCUMENTACIÓN PARA LAS RESPUESTAS. Aviso de que a algun@s quizá no les "interese" o les "guste" lo que se ACREDITE. Tal vez pueda contaros con detalles y con certezas todo lo que hay en el asunto. Lo de la merienda puede ser algo MUY RELEVANTE siempre que se haga en los lugares "apropiados".
Pues servidora -que agradece ser apreciada, como no podía ser menos- está muy interesada en saber todo lo que se pueda saber sobre este asunto y más si, según se dice, hay pruebas de ello. ¿qué más se puede pedir?
Pues, hala, vamos a empezar con media docena de preguntas que se han hecho ya en este cuaderno hace muchas fechas (bueno, todas menos una: la última)
  • Si al menos desde el 21 de octubre de 2005 se viene denunciando esta anómala construcción de cubículos en suelo no urbanizable especialmente protegido, hemos de preguntar a los señores concejales de Urbanismo y de Patrimonio por qué eludieron las llamadas de atención que colectivos y personas de particular relevancia hicieron de forma reiterada. ¿Por qué no escucharon?
  • Si a finales de 2005 ya se habían publicado en la prensa segoviana las denuncias citadas, ¿en el seno del Partido Popular solicitaron en esa fecha al concejal Sr. Sancho información sobre las obras que estaba realizando una empresa de la que él es o era socio?
  • El 11 de noviembre de 2005 la prensa local publicaba que concejales del Partido Popular informaban que “La obra se ajusta a derecho, ahora hay el impacto visual propio de una obra en su proceso de ejecución, pero que en breve desaparecerá”. ¿Con qué elementos de juicio lo manifestaban?, ¿qué evidencias tenían, que ahora se han demostrado contrarias?
  • Teniendo en cuenta lo que según uno de los socios del que fuera concejal Sr. Sancho ha manifestado que esa construcción se realizó a la espera de “ser legalizada” por el Plan General de Ordenación Urbana, ¿estarían dispuestos los concejales del Partido Popular a apoyar una modificación del Plan en ese sentido?, ¿se había mantenido algún tipo de contactos con algún concejal socialista o de Izquierda Unida para hablar de este chanchullo?
  • ¿Es cierto que, incluso una vez trasladado el asunto a los tribunales de justicia, se han producido reuniones entre el alcalde y alguno de los implicados para pactar soluciones o llegar a concesiones y acuerdos, tal y como se ha publicado en la prensa segoviana? Si se han producido esas reuniones, ¿cuál ha sido su contenido?
  • ¿Por qué la merienda puede ser algo muy relevante y por qué esa relevancia depende del lugar en el que se realice?
Esperamos -yo y seguramente todas las personas que visitan esta bitácora- con ansiedad las respuestas.

sábado, abril 28, 2007

Se acerca el aniversario


El día 10 de mayo de 2006 un decreto del alcalde de Segovia ordenaba la paralización de los trabajos en una obra situada junto al Eresma -apenas a treinta pasos del río, decía el Adelantado-. Rapidísimo estuvo ahí el señor alcalde, que paró una obra ilegal que había denunciado casi seis meses antes la Asociación de Amigos del Patrimonio (cuyo representante, por cierto, casi se ve en los tribunales por este asunto).
Ya sabéis lo que han dado de sí los zulitos junto a la Sek (hoy convertida en Instituto de Empresa, con un panorama superguay de pasta y de markéting): citaciones judiciales, escándalo político e inmovilidad de la obra. Claro, que también ha traído cosas buenas: algunas personas de esta ciudad se han caído del guindo y otras han dejado de hacer política. Y, entre otras cosas, aquí estamos nosotros, citándonos en esta bitácora.
El caso es que el aniversario está aquí, en plena campaña de las elecciones municipales y autonómicas, y la ocasión la pintan calva. Un visitante de esta humilde bitácora, un tal "sospechoso", al que desde aquí le agradezco los piropos, nos sugiere que metamos un poquito de marcha con el asunto. Dice así:
¿No podríamos activar el asunto con alguna acción recordatoria, como repetir en este caso esperemos que con más suerte -yo creo que tuvimos mucha suerte- la merienda a su vera, verificar in situ como está aquello y hacer una especie de manifiesto-recordatorio de que es necesario dejar el paraje como estaba?
A ver qué os parece. Se agradecen todo tipo de sugerencias, pero no tardéis, aunque os vayáis de puente, que el tiempo apremia.

martes, abril 24, 2007

Reflejo de Teherán


Inmersos andamos en la polémica por la prohibición de la campaña municipal que pregunta retóricamente, me imagino, qué pasaría si no hubiera obras. Yo sí puedo contestar qué pasa con las obras que hay, pero voy a responder aquí con dos citas ajenas: la primera es la viñeta de Orcajo publicada el domingo en El Norte.
Le segunda es un texto recogido de La ciudad: una revolución posible, de mi admirada María Sintes. Dice así:
Recuerdo una película iraní, "El espejo", que cuenta la aventura de una niña de diez años que intenta regresar sola a cada, después del colegio, en Teherán. Las calles atestadas de vehículos, el ruido insoportable, la absoluta falta de respeto por los peatones... dibujan el panorama de la ciudad como una auténtica selva de hormigón, donde la vida es muy difícil para los más débiles. La película se recrea durante algunos minutos en una escena: un viejo trata de cruzar la calle por un paso de cebra. Lo intenta, mira y remira, duda. Por din, se lanza, pero cuando ha avanzado apenas unos pasos a su ritmo lento, ya están encima varios vehículos atronándole con sus bocinas, sin detenerse, sin frenar siquiera, y vuelve al punto de partida. Así, una y otra vez.
Pues así, más o menos, anda una, con la sensación de vivir en una ciudad hostil, sensación que viene de lejos -recuerdo haberla sentido en las obras del Hospital-. Piensa una qué ocurrirá con las personas que pasean cochecitos de niño o con las que van en sillas de ruedas. Está ciudad se parece un poquito a Teherán.

domingo, abril 22, 2007

Una simpleza


Entro en la web de la candidata a la alcaldía por el partido Sabor a Eucalipto. Muy bonita esa presentación con esa musiquita que se torna inquietante, mientras se perfila la silueta de un animal carroñero (la gaviota, por si alguien no se entera) y esa foto de la candidata rodeada de jovencitos de los Recientes Coetáneos. Doy un clic y veo, caramba, la pestañita del programa electoral. Un poco nerviosa acudo allí a ver cuáles son las propuestas concretas del partido Sabor a Eucalipto y me encuentro, entre otras cosas, con esto:

c).- A la naturaleza (Medio Ambiente). Queremos lograr equilibrio entre el paisaje urbano y el medio natural. El patrimonio natural no es un recurso estético, es un quehacer diario, lo estamos construyendo diariamente. De ello depende nuestra propia subsistencia. En cualquier política, planificación, la variable del medio ambiente, tiene que estar presente.

e).- A la Ciudad Vivida. El urbanismo nació para hacer posible la convivencia y ha degenerado en la destrucción de esa convivencia por la masificación del hábitat humano. Ha dado lugar a una segregación social y racial. El barrio es el primer lugar donde se pone en práctica la convivencia. Segovia es la suma de sus barrios. Yo voy a dar calidad de vida a los barrios.

f).- A las Infraestructuras. Queremos más Ciudad. Queremos más Ciudad incorporando a los municipios del alfoz con problemas comunes como el agua, el transporte o la planificación urbanística. No imponiendo, sino cooperando todos sin que nadie pierda su identidad.

¿Esto es una broma? ¿Creen que con endilgarnos esta sarta de lugares comunes ya han cumplido con el programa electoral? Muy pintoresco esto de que a la naturaleza la tengan que subtitular medio ambiente (recuerdo ahora que el último alcalde de su partido dijo en un acto público que el concepto de medio ambiente se había quedado corto en Segovia, que desde entonces habría que hablar de Nuevo Ambiente, ¡qué fenómeno!). Pasmadita estoy con lo de la segregación social y racial debida al urbanismo y sus intenciones de acabar con ello. ¿Qué querrán decir con eso? ¿Acaso van a realojar a los gitanos del Tejerín en los chalés de Zamarramala en primera línea de playa con vistas al Alcázar? Pero lo que más acojona es eso de queremos más ciudad, que conociendo cómo se gastan el paño, lo mismo nos la empalman con todos los municipios del alfoz.

Me desasosiega sospechar que la candidata y las personas que la rodean tienen bien clarito que lo del programa electoral no es un contrato con los electores, sino un mero trámite que no lleva a ningún sitio y, por ello, da igual hablar de algo o no hablar de nada. Así nos va.

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viernes, abril 20, 2007

El viejo cuento de la liberalización del suelo


Me desplomo en el sillón, le doy al mando y ya está en funcionamiento la caja tonta. Allí veo al líder -o marioneta- del Partido del Sabor a Eucalipto con corbata roja, con un boli de color oscuro en la mano -qué curioso, ni un papel en toda la escena, pero allí está él, sosteniendo durante más de dos horas el bolígrafo en su mano- enfrentado a cien ciudadanos y ciudadanas que le preguntan un montón de cosas. Y él dice que se alegra porque por fin puede hablar de otros temas, como la educación, la sanidad y la vivienda.
No voy a hablar aquí de mi opinión sobre sus razonamientos en sanidad y educación -por si acaso, dejo una cosa clara: tengo una opinión similar a la que voy a exponer sobre la vivienda-, pero sí sobre urbanismo. Algunas personas le preguntan sobre el destrozo del litoral gallego, del paisaje cántabro, sobre la especulación urbanística en Murcia, pero él no pierde el temple y lanza su gran propuesta: la liberalización del suelo. No es una idea nueva, de hecho es la idea defendida por los conservadores y las grandes empresas del sector a finales del siglo XX. Esta idea tan antigua se plasmó en un Real Decreto de Medidas Urgentes de Liberalización del Sector Inmobiliario y Transportes, en junio del año 2000.
Se basa en un argumento muy sencillo: con la liberalización del suelo se frenará la escalada del precio de la vivienda. De hecho, el carismático líder de la corbata roja ya ha defendido esta medida en el pasado, diciendo que si en un municipio hay cuatro terrenos y, por decisión de la Concejalía de Urbanismo, sólo se puede edificar en uno, "es evidente que en ese cuarto terreno el suelo es mucho más caro y los pisos también muchos más caros". Parece evidente y clarito. Pues, no. Resulta que las cosas funcionan justo al revés.
El precio de la vivienda se ha disparado desde el año 2000. En el mismo día en que el jefe del Partido del Sabor a Eucalipto habla en la televisión, los medios de comunicación se felicitan porque las viviendas ya sólo suben al doble del ritmo del coste de la vida, como en 1999. Es decir, desde el citado Real Decreto hasta hoy los costes se han disparado. Uno no tiene más que mirar a los pueblos de alrededor de Segovia para darse cuenta de que han puesto mucho suelo en marcha, de que lo han inundado de ladrillos y, sin embargo, la vivienda no ha hecho otra cosa que subir. Y es que desde hace tiempo la vivienda no es un bien de primera necesidad, garantizado por la Constitución, sino un objeto de pura especulación financiera, alimentado por la corrupción, el dinero negro, las valoraciones falsas, la subcontratación y la fascinación por ser propietario de un chalecito en las afueras. Se descojona el paisaje, se encementan los prados, se secan las fuentes y se clama por nuevos pantanos, se incrementan los viajes en cápsulas de transporte individuales y se favorece el trabajo a destajo de inmigrantes, así como las ansías desmedidas de crecimiento que tienen los alcaldes y los concejales de urbanismo. Pero no, el gran problema es que las concejalías de urbanismo no dejan construir y tienen prisionero el suelo, siempre lleno de ese verde tan molesto y desaprovechado que algunos llaman campo.
Algún vez habrá que pedir cuentas a quien pretende dirigir este país por las medidas que propone. Que conste que defiendo el derecho de este falsario de expresar libremente sus opiniones, pero también el deber de una ciudadanía crítica y de una prensa responsable de exigirle que demuestre sus razonamientos, que deje de hacer demagogia. Y que no se alegren los del otro bando cuasi simétrico, los del Partido Sabor a Frutas del Bosque, que dirían en la admirada bitácora "La patata de la libertad", que a ellos les ocurre tres cuartos de lo mismo. El problema son los dientes de este capitalismo de rapiña, que necesita devorar a la naturaleza y, de paso, dar a algún bocado a los seres humanos más humildes.
Para que no se diga que cargo las tintas contra este señor tan simpático que ayer vi en la tele, diré que hubo una cosa que dijo que sí que me gusto: "Estoy convencido de que si algún Gobierno tira cinco casas ilegales, los corruptos se lo pensarían mucho". Y yo. A ver si se aplican el cuento en esta región, que el Gobierno es de los suyos.

martes, abril 17, 2007

El TAV, ese invento del demonio


Anda la ciudad y parte de la provincia entusiasmada con la noticia que, según dicen, nos cambiará la vida a finales de año. Están todas las personas de bien esperando la llegada de esa maravilla tecnológica que nos traerá el futuro, el progreso, la riqueza, hasta estas olvidadas tierras segovianas. Se dicen pocas cosas concretas sobre el Tren de Alta Velocidad, pero las que se atisban son todas fascinantes: romperemos las barreras del tiempo y el espacio, atravesaremos montañas, estaremos en la lista de ciudades modernizadas, impulsaremos el turismo, se fomentarán los negocios, la población crecerá. Segovia será una tierra de oportunidades.
Pues a mí no me la dan. No lo veo yo tan claro, así es que aquí está servidora, haciendo su papel de aguafiestas. Para ello, siguiendo un artículo de Miquel Amorós, no tengo más que preguntarme: ¿cómo incide este artefacto tecnológico en la ciudad, en los barrios, en nuestra vida cotidiana?, ¿quién ha decidido su introducción?, ¿quién ha designado su ubicación?, ¿cómo va a cambiar nuestra percepción de la realidad?
Ojo con lo que afirma el bueno de Amorós: “El Tren de Alta Velocidad es el futuro”, dicen los dirigentes de todo pelo y nivel sin que nadie les contradiga, pero también lo han dicho de las centrales nucleares, de los campos de golf, de los transgénicos, de las nanotecnologías, de las autopistas o de los megaeropuertos… […] En todo caso podemos sacar en claro que es el futuro de la clase dirigente, que la permanencia de la dominación depende de todo ello.
En realidad, la función central del TAV no es otra que el desplazamiento de ejecutivos a toda leche y en la media distancia. El TAV cumple otra función chupi-lerele: conectar zonas residenciales donde viven ejecutivos, profesionales liberales y especuladores financieros y de la economía sumergida con las metrópolis. Así es que, por la mañanita, salen bien aseados y peinados estos personajes colgados al móvil o al portátil y se van a la gran ciudad y por la tarde-noche vuelven a sus moradas de adosados o de urbanizaciones de unifamiliares. Alguien dirá que esto también se hace, y en magnitudes mayores, por medio de las autopistas. Estoy de acuerdo, pero si queda claro que el AVE no compite con las autopistas, sino que las complementa. Ambos mecanismos tienen un efecto aditivo (y sospecho que también adictivo): multiplican los desplazamientos. Para que se me entienda: ocurre lo mismo que con los bares que están juntos; ninguno de los dos pierde su clientela, ambos suman negocio.
Otra función es la del fomento del turismo, pero sinceramente creo que esta es una función menor. No obstante, hay que considerarla: la gente utiliza en algunas ocasiones excepcionales este artilugio férreo para pasar uno o dos días en una ciudad turísticas. Suele hacerse en fechas muy concretas y propicia, de esta manera, el colapso y la masificación.
No obstante, la gran función económica de la Alta Velocidad es la especulación. Transcribo aquí lo que dice el certero Amorós:
El AVE no supone demasiado negocio en las ciudades donde se detiene, como Lleida, Ciudad Real, Toledo o Puertollano. Apenas atrae empresas o congresos, no afecta pues al turismo, ni al comercio, ni tampoco crea puestos de trabajo. Lo que verdaderamente estimula es la especulación inmobiliaria. En efecto, el entorno a las estaciones se revaloriza exponencialmente. Las bolsas de capital acumulado en el negocio inmobiliario y la transformación de las pequeñas capitales provincianas en ciudades dormitorio disparan la construcción. La estación de El Prat de Llobregat inducirá la construcción de 7.000 viviendas.También alrededor de la estación de Valladolid ha nacido un barrio. Valdeluz, un páramo cercano a Guadalajara, se va a convertir de la noche a la mañana en un poblado de 34.000 almas en pena con sus campo de golf y sus centros comerciales, las nuevas insignias de la especulación. Otro tanto ocurre en los municipios de Perafort, La Secuita y otros cercanos, donde se ubica la estación del Campo de Tarrragona, que amontonarán a 20.000 cabezas. Allí se compran terrenos sin reparar en gastos, se otorgan licencias de obra por un tubo y se construyen pisos frenéticamente a fin de tener dispuesto un suburbio repugnante y gris en pocos años.
Como veis, de Segovia no dice nada. Y es que aquí, según nos dicen, sólo nos caerán las bendiciones; de la parte oscura nadie habla. Bueno, yo sí estoy dispuesta a hablar otro poquito. Hasta otra.

miércoles, abril 11, 2007

El origen del Salón

El Paseo del Salón se llamó primero Salón del Rastro y luego Salón de Isabel II.
Surge del impulso de la Sociedad Económica de Amigos del País, que en 1786 presupuestó 6.000 reales para dar comienzo a su compostura. En 1788 ya se había nivelado la explanada y se había comenzado la plantación de árboles.
Hay un texto hermoso en el acta de la Sociedad Económica de Amigos del País del 28 de enero de 1789, en el que el "Socio Gómez" expone que ha dado varios avisos al "Socio Marqués de Quintanar" para suplicarle "no permitiese a sus criados llevar los caballos a pasear y picar el Rastro, en vista de que lo desbarataban, faltando también a la atención que se merece el Pueblo de no mezclarse con ellos en el paseo...". Conmueve ver el celo con el que se defiende al Pueblo -así con mayúsculas- y al Salón del peligro de los caballos. Necesitaríamos hoy un Gómez y otra Sociedad Económica de Amigos del País, que defiendan al Salón del peligro de estos nuevos caballos de potencia y de los marqueses de antaño transformados hogaño en hosteleros, comerciantes y políticos.
Juan Manuel Santamaría, en su libro "Árboles para una ciudad" cuenta el progreso del paisaje del Salón: En 1846 se pusieron fuentes, se plantaron rosales, se colocaron bancos y se realizaron obras de la Puerta del Sol; en 1854 se plantaron tuyas para cerrar la peligrosa pendiente que cae hacia Sancti Spiritus; en 1859 se trajeron árboles de Madrid para hacer una nueva plantación; en 1861 se comenzó una escalera de bajada hacia el Juego de Pelota; en 1864 se abrió expediente para realizar obras de mejora consistentes en la construcción de dos fuentes monumentales, colocación de verja...

lunes, abril 09, 2007

El anuncio del Seat Léón


En días anteriores he hablado del Parking del Salón o de los Tilos y pienso en él mientras veo el anuncio del Seat León. Se trata de un anuncio de automóviles que se enmarca -ya era hora- en el realismo puro y duro. Plantea la pregunta, utilizando las referencias a un reloj, de quién posee a quién, si el dueño al objeto o al revés. Son fragmentos de un texto de Julio Cortázar, -incluso se utiliza su propia voz, con esas erres tan características- un autor argentino, un gigante (en sentido real y en sentido metafórico) de la literatura que, por cierto, veraneaba en Pedraza. Aún recuerdo un encuentro de dos jóvenes con él en plena Calle Real hace muchos años y cómo nos sorprendimos con su cara de niño, con su altura tan inesperada... No nos atrevimos a hablarle, pero cuando se detuvo a mirar un escaparate sentimos vergüenza del panorama que podía contemplar en la librería Cervantes.

En fin, que Cortázar sitúa la cuestión en los justos términos: el automóvil ha dejado ya hace mucho tiempo de ser considerado ese objeto tan peligroso que nos puede desplazar de un lado a otro a costa de una cuantiosa inversión económica y de un mayor coste ecológico. Ahora, ese objeto generalmente metalizado es, simplemente, el que marca las reglas del juego, el que construye las ciudades, el que arrasa los campos, el que organiza nuestras vidas, el que regula nuestras relaciones. Parece mentira que desde la izquierda no se reflexione sobre esto y que la gran discusión en las próximas municipales vaya a centrarse sobre los parkings. Por cierto, puestos a compartir esta lógica constructora de parkings y destructora de la ciudad, alguien podría recordar que es factible construir uno junto al Pinarillo, a unos cien metros del Salón, con un coste mucho menor. Claro que eso sería pensar un poquito, y eso no está bien.

Ya lo decía Cortázar: se convertirá en un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, y comprarás el miedo de perderlo, de que te lo roben...

sábado, abril 07, 2007

Las falsas novedades del probable Salón del Automóvil


Más cosas sobre el disimulado Parking del Salón, que parece ya inevitable: así es como lo veían en El Adosado que estrenaba el mes de abril.
La encuesta que llevan a cabo en El Adelantado, en el momento de escribir estas líneas, arroja este resultado:
A favor: 40 %
En contra: 58 %
No saben: 2 %
A pesar de todo, ya verán como se hace
¡Ah! y utilizarán otro argumento para disimular:
El de permitir la accesibilidad a la plaza mayor a las personas con algún tipo de discapacidad. Y será mentira también; basta realizar una visita desde El Salón a las puertas del Sol y de la Luna, y se comprenden enseguida las razones. Seguro que seguiremos hablando de este montaje, como también lo haremos de los microparkings, un invento del demonio.

jueves, abril 05, 2007

El Salón del Automóvil (barruntos)


Se acercan las municipales y autonómicas y la cosa creo que se presenta mal. Crecen los rumores de parkings y de pantanos. Se habla de los mismos despropósitos de siempre: el parking del Salón, de dimensiones más pequeñas, se nos dice ahora, y se cambia de nombre: ya no será más el parking del Salón, sino el del Paseo de los Tilos, que dice el diccionario de la Real Academia que son árboles de mucho adorno en los paseos. Mal asunto, todo este juego de cambiar los collares para seguir con la misma historia de perros, huele a que asistiremos dentro de muy poquito al sacrificio de otro recurso natural en nombre del automóvil, ese instrumento mitológico, que, inconscientemente, me temo que representa para los concejales, los hosteleros y algunas personas que predican en los medios de comunicación, la conciencia clara y distintiva del progreso, de la aceleración del tiempo, de la reducción de distancias, de la comodidad, del poder del ser humano sobre las actividades económicas y sobre la propia naturaleza inhóspita y ajena. Presumo que nos lo venderán como un avance civilizador, sin advertir que ese civilizar es civilizar la naturaleza y quiere decir que será atravesada y abierta para manipular y aplastar los recursos naturales hasta convertirlos en bienes económicos susceptibles de intercambio y, sobre todo, de acumulación. De acumulación, porque –que nadie tenga dudas- esta operación acabará en el bolsillo de unos pocos. En cuanto, a lo de civilizada, la naturaleza del Salón ya está bastante civilizada, y es un lugar apacible para la conversación, el paseo y la visión serena del Pinarillo o de la Sierra con la ciudad medieval a la espalda. Seguiremos hablando de este triste asunto.