Diatriba contra la plutocracia de Ciudad Cochinillo

Leo una referencia de la intervención de José Saramago en el ciclo "Lecciones y maestros". Estas cosas hay que ir a leerlas a medios alternativos (os recomiendo la lectura de "larepublica.es"), porque si las lees en los convencionales, a lo más que puedes aspirar es a encontrarte con la foto y con el nombre de los patrocinadores.
Dice Saramago que vivimos en una plutocracia, que son los ricos los que gobiernan. Lleva razón nuestro -le llamo nuestro no porque viva en España o porque hable castellano, nuestro por la humanidad y la lucidez que regala- novelista. Aquí, en Ciudad Cochinillo, es palpable, evidente se mire a lo que se mire. Mientras asistimos a algunas polémicas públicas, ampliamente recogidas en los medios de comunicación, los problemas de siempre no aparecen. ¿Por qué no aparece en los titulares de prensa que sólo hay una guardería pública en Ciudad Cochinillo?, ¿por qué no se habla de la insuficiencia del hospital, después de unas obras que han durado años y años para no ampliar nada?, ¿por qué no es centro del debate político el hecho de que la única ciudad de Pastilla y Limón cuya población universitaria sigue creciendo sea también la única que no tiene ninguna nueva instalación para albergar en condiciones dignas a los estudiantes?, ¿por qué no se movilizan los que nos representan cuando los precios de la vivienda en Ciudad Cochinillo nos llevan a los primeros lugares del ránking y eso impide que los jóvenes puedan acceder a viviendas como las que tienen sus padres?, ¿por qué todo el mundo ve que la naturaleza es esquilmada, que se proyectan pelotazos -Segovia 21, por ejemplo- que se beberán el agua que escasea y nadie, salvo cuatro aventureros, dice nada?, ¿por qué no hay una movilización social para impedir el éxodo de nuestros jóvenes, esta fuga de cerebros y de corazones que desangra esta tierra?, ¿por qué nos conformamos con este sucedáneo de participación si la Constitución y el sentido común nos otorgan el derecho a participar de verdad en los asuntos públicos?....
Pues por qué en Ciudad Cochinillo el engaño y el disimulo es el rey del cotarro y el cotarro lo mueve la plutocracia de la ciudad. Gobiernan los ricos -bueno, puede que ellos directamente no, pero lo hacen por personas interpuestas- y ellos no tienen estos problemas que servidora ha dicho. Para ellos todo esto es una bicoca, un caramelo que paladean y un panorama estupendo (tan estupendo que el mamoneo de Segovia 21 ha sido calificado como una obra social por algún preboste).
¿Qué hacer? Saramago da una receta bastante razonable: despreciar a quienes nos gobiernan y nos engañan todos los días. Por lo menos hasta que no se enfrenten a lo que nos condiciona la vida, por lo menos hasta que sigan siendo los comisarios políticos del poder económico.