Segovia y Guadalajara, ciudades hermanadas
El plan General de Ordenación Urbana –el PGOU dice la prensa y sólo unos pocos entendidos saben de qué van las siglas- que se va a aprobar próximamente es un tremendo ataque a la Segovia que hoy conocemos.
Para que se entienda la magnitud de lo que se nos avecina, sólo hay que tener en cuenta que entre lo que queda por desarrollar del actual Plan y el nuevo que viene podrán llevarse a cabo 24.000 nuevas viviendas. No hay ninguna justificación para esa masificación urbanística que nos lleva que Segovia se convierta en lo expresado en felicísima ocurrencia de un candidato municipal del PP: “Yo aspiro a que Segovia sea como Guadalajara”. En ese acto electoral el candidato no especificó si debíamos convertirnos en la Guadalajara de España o en la de México.
El truco de todo esto es bien sencillo: pretenden vendernos servicios que satisfacen necesidades sociales, pero lo cierto es que es una pura operación capitalista. Se trata de generar plusvalías que acaban en el bolsillo de un núcleo muy corto y privilegiado de la población, plusvalías que salen del bolsillo de la mayoría de esta sociedad y que exigen el sacrificio de los recursos naturales, nos cambian el modo de vida y comprometen el futuro de los que vienen detrás de nosotros.
Hoy me he puesto muy seria y veo que me he quedado en los principios abstractos. Prometo enmendarme en la próxima entrada: os contaré alguna cosa de lo que me ha contestado el ayuntamiento cuando he alegado al PGOU dichoso.