Por tierras de España

"Al que destroza el medio ambiente para construir edificios no le pasa nada, pero a quien pega una patada a una cámara le caen tres años de cárcel".

Esto es lo que dicen Cándido López Carnero y Juan Manuel Martínez Morala, dos sindicalistas asturianos que inspiraron la película Los lunes al sol, dirigida por Fernando León de Aranoa. El caso es que el 10 de marzo de 2005 los obreros del astillero Naval Gijón organizaron una protesta y en el transcurso de la misma alguien rompió una cámara situada frente a la entrada del astillero. Cándido y Juan Manuel afirman no haber sido los autores del acto, pero sostienen que jamas dirán quién o quiénes la rompieron. El caso es que un juez les ha condenado a tres años de cárcel. Nada menos.

Reivindico su ética y me lamento de esta justicia de la ley del embudo, tan indiferente al bien común que roban los poderosos, en el mismo día en que se conmemora la muerte de Antonio Machado, el Machado que escribió:

El hombre de estos campos que incendia los pinares

y su despojo aguarda como botín de guerra,

antaño hubo raído los negros encinares,

talado los robustos robledos de la sierra.

Hoy quizá ya no sea el hijo de rudos caminantes el que aguarda el despojo de los pinares, el que tala los robledales serranos, sino el heredero de políticas corruptas, el especulador del fajo de billetes, el hortera de praderita y piscina en el chalé, el constructor que subcontrata inmigrantes a destajo, el agente inmobiliario que tiñe de negro al dinero. Una nueva estirpe de Caín recorre España, a lomos del caballo de Atila.

Por cierto, espero vuestros votos, que llevamos pocos.