Remediando una injusticia: destaquemos a nuestros Atila

No sé si sabéis que "Ecologistas en Acción" concede los Premios Atila, con ocasión de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, el día 5 de junio. Los Premios Atila pretenden señalar a aquellas personas, empresas o entidades jurídicas que durante el año se hayan distinguido más en la destrucción del medio ambiente y se otorgan tanto en el ámbito nacional como en el local.

En Segovia no se otorgan. Es una carencia enorme en una ciudad y en una provincia como la nuestra. Menuda injusticia olvidarse así de aquellas personas y entes que trabajan con tanto empeño en pro de la desertificación, de la sequía de los ríos, de la destrucción del paisaje, del descojonamiento de la Sierra, de la pérdida de las relaciones humanas o de su conversión en intercambio mercantil, de la especulación urbanística, del sinsentido constructor, del aumento del brrmm, brrmm (jo, cuánto tráfico), del arboricidio organizado y supongo que en algún caso -seguro que me equivoco, ya sabéis que esto es Ciudad Cómo Mola y su Alfoz Qué Bonito en Apariencia- hasta en el blanqueo de capitales.

De ahí que una servidora esté dispuesta, en su humilde capacidad, a reparar el error en la medida que se pueda. Vamos que espero que en vuestros comentarios hagáis propuestas. Mirad, quedan más de tres meses para el 5 de junio y de aquí a entonces podemos recoger todas vuestras nominaciones (ahora que esto de nominación ya lo acepta la Real Academia).

Como dicen los de Ecologistas en Acción, pensad en la actuación más bárbara, en la tontería más destacable, en la mayor malversación o en la peor utilización de fondos públicos o privados para la destrucción del medio ambiente, en la mayor chapuza de actuación.

Bueno, si a eso añadís la concurrencia de ciertas estrategias, tales como asociación de "falsos bienhechores", maquinación para alterar la verdad de las cosas, falta de pudor, vergüenza ajena, mala leche, mamoneo, afán de lucro babeante o disimulo adobado, fórmulas en las que se pueden encontrar auténticos artistas en nuestra querida tierra, ya tenéis un buen candidato a los Premios Atila.

Ya sé que es una tarea difícil, pues aquí tenemos un auténtico ramillete -más bien un manojo inabarcable, un haz inmenso- de Atilas encementadores de prados, de asfaltadores de riberas, de enemigos de todo lo que respire y se mueva (los coches se mueven, pero no respiran, ojo), de trincadores del bien común, de privatizadores de nuestra alma colectiva, pero hay que ponerse manos a la obra.

Prometo ayudaros: próximamente aparecerán en esta bitácora -me resisto a llamarla blog- diez obras destacadas en la destrucción del medio ambiente segoviano. Ya sé que son muchas más (os aseguro que me he puesto a hacer la lista y cuando iba por 21 he parado, asustada), pero hay que conformarse con ese decálogo destrozaverde.

Vamos, vamos, a ver qué candidaturas presentáis.