Palazuelos: una verdad incómoda

En la Escuela de Magisterio el Cine Club Studio está proyectando "Una verdad incómoda", la película de Al Gore sobre el cambio climático, donde se cuenta con todo detalle cómo los seres humanos estamos sentados sobre una bomba de relojería. Os recomiendo la película; hoy es el último día de proyección con sesiones a las siete y a las nueve de la tarde. Tendréis que ir con antelación, pues la película está siendo un auténtico éxito. Reconforta ver la cantidad de gente que acude a ver este documental. Hay chicos y chicas jóvenes y personajes muy variados. No os digo más que hasta ha ido el alcalde de Palazuelos.
Estaba yo preguntándome qué pensaría el político con más poder de la denominada izquierda segoviana, cuando al final de la misma -perdonad que os destripe el final- se insiste en que camines y no utilices el autómovil, o cuando a la mitad del documental se habla del despilfarro del agua, o cuando se dice que hay que plantar árboles, cientos de árboles, él que es promotor de Segovia 21 y de la dolorosa, innecesaria y gratuita tala de árboles que se ha hecho en un antiguo monte de utilidad pública, hoy privatizado para que se esquilmen los recursos naturales y se contribuya así, con su particular granito de arena, al cambio climático, cuando me entero de novedades bien jugosas.
Anteayer, 30 de enero de 2007, ese espectador interesado por la ecología, firmó como alcalde de Palazuelos la aprobación provisional de tres planes parciales: La Alamedilla, El Pontón I y El Pontón II. Para que se vea la lógica especulativa, es preciso contar que todos ellos están promovidos por la misma empresa: Covibarges S.L.
Hay que dejar bien claro que estamos ante una operación típica del capitalismo de rapiña y que esto no supone ninguna riqueza estable para la población segoviana. Puede que engorde un presupuesto municipal que servirá para lucir hoy actuaciones, pero que hipotecará el futuro de nuestro entorno. Pan para hoy y hambre para mañana, que diría mi abuelo.
Sería interesante que este ecologista de butaca nos explicara cómo benefician al medio ambiente los millares y millares de desplazamientos en automóvil que van a generar estas urbanizaciones -seguro que el dióxido de carbono de los escapes de estos coches no tendrá ningún efecto en el calentamiento global-, cómo va a a mejorar al paisaje el consumo de territorio que van a realizar estas edificaciones, cómo el consumo de agua que necesitan estas iniciativas van a acabar con las restricciones por sequía que ya hemos tenido este último par de veranos. Ya se sabe lo que manifiesta este personaje: hay agua para todos.Bueno, para todos, menos para los de la Granja, que ayer en el Norte de Castilla no se le veía muy partidario de que la Granja capte más agua.
Bueno, pues como servidora ha visto la película de Al Gore y es muy obediente, se me ocurre, siguiendo las recomendaciones que allí se nos dan, hacer dos propuestas:
1) El próximo 5 de febrero,lunes, la Comisión Territorial de Urbanismo se reúne para estudiar la aprobación definitiva del Plan Parcial Los Llanos del Pontón. Si usted conoce a algún integrante de dicha Comisión, háblele y háblele sin miedo. Este no es un asunto político, es un asunto ético. Se trata de acabar con una barbarie urbanístico. Hay cosas que pueden ser legales, pero son inmorales. No le tiemble la voz ni le dé vergüenza; estará usted defendiendo su hábitat natural y el de sus hijos, el patrimonio de todos. Acuérdese de la Sierra de Guadarrama, de la escasez de agua, del modelo de crecimiento al que se nos aboca. La Comisión se reúne en la calle Platero Oquendo, o sea que otra opción es presentarse allí y preguntar por quién la integra y pedirle encarecidamente que reflexione y que impida este despropósito que hipoteca el futuro de los que vienen detrás de nosotros.
2)La segunda opción es hacer caso directamente a Al Gore. No hay que votar a personajes que hacen este tipo de políticas. Hay que ponerse en contacto con los partidos a los que pertenecen y manifestarles que no queremos este modelo de desarrollo que va directo al deterioro ambiental. Hay que hacer campaña en contra de estos personajes.
En definitiva, se trata de proclamar una verdad incómoda: lo que se está haciendo en Palazuelos -y las personas que leen esta bitácora saben que hemos denunciado esas actuaciones también en otros sitios: en Segovia, por ejemplo- es una sinrazón.
Os dejo con María Sintes, que lo explica mejor que yo en su obra "La ciudad: una revolución posible": Vivir mejor, hoy, se asocia en el imaginario colectivo con un chalet unifamiliar, en una urbanización con nombre de resonancias campestres, y un coche por cada miembro de la familia para poder desplazarse al trabajo, a la universidad, a la compra, al ocio. Generalizar esta opción de vida, como nos propone la publicidad, sería una completa sinrazón...
En fin, que manos a la obra, que hay mucho que hacer para oponerse a esta forma de hacer política y de deshacer naturaleza.