Esos ecologistas que no se encadenan....

Estrenaba yo mes pidiendo al alcalde que se disculpase y prometiendo ocuparme sin tardanza de los "otros". No sabía yo que iba a tener una ocasión tan pronto. Esta mañana me despierto, pongo la radio y escucho a un enfadado presidente provincial del partido de los "otros", echándoles un rapapolvo a los ecologistas. Se extraña el ilustre jefe de la oposición municipal de no haber visto encadenados a los ecologistas en los árboles del jardín de la Pocilla, popularmente conocido como Quiosco de los Bomberos. Ya sabéis que se han cargado esos árboles tan estupendos, talados, como sus compañeros pinos y plátanos de la avenida Padre Claret en una ceremonia de sacrificio propiciatoria al dios Tubo de Escape, en pro de la construcción de un aparcamiento que servirá, fundamentalmente, para que progrese un dios local, llamado Turismo, que suele ser adorado los puentes y fines de semana en algunos templos céntricos. Creo que la cosa es así, porque serán turistas con sus cápsulas quemadoras de fósiles, brrmm, brrrmm, quienes ocupen mayoritariamente las entrañas del monstruo conocido por el barbarismo de Parking. Qué cosa más horrorosa, qué paisaje más triste nos ha dejado esta voracidad en pro de un supuesto progreso, qué pena que se haya perdido esa isla verde en medio de las carreteras.

A lo que íbamos, que se me va el hilo. Que el presidente provincial del Partido dice que no ha visto encadenarse allí a los ecologistas y que confía en que hayan perdido toda la credibilidad. Se me ocurren varias reflexiones (¿qué ha hecho este señor en el ayuntamiento con respecto al proyecto del parking de Padre Claret?, ¿cómo ha manifestado su oposición total?, el alcalde dice que el proyecto se aprobó por unanimidad) y algunos exabruptos, pero como soy una mujer civilizada y discreta, optaré por citar media docena de asuntos en los que no se ha visto encadenado al senador y jefe de la oposición municipal, no sin antes recordar que los ecologistas son unos simples ciudadanos que, probablemente, en esta ocasión no se hayan movido como en otras, pero no tienen ninguna responsabilidad política ni administrativa de impedir que se cometan abusos contra el medio ambiente; por el contrario, él sí, que es un representante elegido que vive -teóricamente- de defender nuestros intereses y para eso cobra de los presupuestos públicos. Vaya morro, echar la culpa a los ecologistas. Esta es la media docena (que conste que me sé más) de causas ambientales en las que este señor no se encadenó:

1) El embalse de Bernardos que, afortunadamente, al final no se construyó. El presidente de los Otros de aquí se jactaba de que el gobierno anterior se atreviera a cometer, por fin, semejante tropelía como la que se planificó.

2) Las concesiones de aguas del Cambrones a esa empresa cuyo nombre rima con joya. ¿Alguien ha visto en las marchas de protesta a este senador?

3) El proyecto del futuro parque del Guadarrama. Harto está el presidente de los Otros de aquí de clamar para que se proteja de la especulación el área más amplía posible del parque y porque se ejecute el proyecto. Tururú.

4) El chiringuito Segovia 21 que se van a montar con terrenos públicos entre Segovia y La Granja. Este señor se quedó ronco de tanto denunciar las tremendas consecuencias para el paisaje de las maniobras del político segoviano plusmarquista en sillones. Tan ronco que no oímos nada.

5) En la discusión del Plan General de Ordenación Urbana me han dicho que se encadenó a su sillón de la sala de plenos para protestar por esa historia de edificar más allá de la mal llamada circunvalación. Lástima que se fuera la luz y nadie lo viera, porque si no, no hubiéramos enterado de que este hombre es partidario de una Segovia en la que no haya que utilizar los automóviles para todo.

6) La última que cito, claro, es la de los miniapartamentos o pocilgas. Ejemplar su actitud de resistencia contra este maltrato al patrimonio segoviano. Veamos un par de detalles: el portavoz de la empresa que ha ejecutado este desaguisado sigue siendo miembro del partido que preside (las personas que le escuchan hablar se quedan asombradas del desparpajo con el que justifica los desmanes cometidos en la huerta), el concejal propietario de la empresa se ha ido tarde y encima diciendo que se marcha por propia iniciativa, no por que se lo diga su jefe.

Pues nada, nada, mi enhorabuena y a seguir defendiendo nuestro medio ambiente. Por si le falta alguna idea para empezar, aquí le propongo un primer plan de acción: Demolición de las trincheras o pocilgas junto a la SEK y de todo lo allí edificado, firmeza en exigir transparencia en el Ayuntamiento y puesta en marcha todos los mecanismos posibles para que su partido no admita los responsables de estos asuntos tan tristes.