La guerra del agua
Nada, que seguimos en plena guerra del agua: los alcaldes de los pueblos aledaños a Segovia expresan indignación y pena y llaman mentiroso al alcalde de la ciudad. En cualquier caso, la actitud de todos ellos -la de ella, la de Trescasas, también, que no se me olvide, que sería una injusticia- es lamentable. En este rifirrafe ni el alcalde de la capital ni los de los pueblos han sido capaces de generar ni una sola idea sensata, relacionada con un mínimo concepto cercano al desarrollo sostenible. Claro que la palma se la lleva el de Palazuelos: hoy mismo se descuelga en El Adelantado diciendo que la Mancomunidad de la Atalaya, ante la situación del embalse del Pontón, va a pedir que se reduzca el caudal ecológico del río Eresma (va "sobrado" este año, en opinión de este campeón del ecologismo; claro que los centenares de peces que aparecieron muertos en el mes de julio en la Alameda deben haberse muerto de empacho de agua en vez de asfixia) y que se exploten "en toda su intensidad" los acuíferos de Madrona.
No sé si sabéis que estamos en período de alegaciones de una de las urbanizaciones que ha autorizado este denodado defensor del Medio Ambiente, aliado de Atilano en el afán privatizador y en el ataque ambiental. Hay otras en período de alegaciones, la de "El Valle" (cercana a Peñas del Erizo) o "La Alamedilla" (cercana a las instalaciones del DYC) (véase el Boletín Oficial de la Provincia del 18 de agosto), pero aquí me refiero a la de "Los Llanos del Pontón" y prevé, ahí mismo, al ladito del pantano, la construcción de 1722 viviendas que, con un gasto medio calculado de 400 litros diarios por persona más el gasto estimado destinado a zonas verdes, supondría un total de más de dos millones trescientos mil litros diarios de agua, más de tres veces mayor que el que supone el consumo de San Cristóbal.
Es un absoluto despropósito. Con cosas así, con la actuación de este paladín del sinsentido urbanizador, del despilfarro hídrico, me convenzo de que lleva toda la razón Rafael Sánchez Ferlosio, cuando dice: "He aquí que finalmente nos hallamos en perfectas condiciones de adivinar literalmente, sin temor a equivocarnos, lo que pondrá en la última pintada de la última pared que quede en pie en toda la historia de la especie humana: <¡Qué vergüenza!>"
2 Comments:
Estos chicos metidos a Alcaldes parece que se reunen los fines de semana y ven películas alucinógenas.
Ahora el Asenjo ve demaseado caudal en el Eresma y no se asoma a ver el que llega por el Cambrones, pues debe ser escasísimo, pues los camiones de bezoya corren por las carreteras cargaditos de agua segoviana. El otro día era el de La Lastrilla que veía perderse miles de hectómetros por no se donde. Bueno lo de la Sra. Mª Ángeles de Tres Casas es ya de alucine, digo yo que debería permanecer con la boca callada por siglos y siglos y escondida después de autorizar tanta agua a su amigo Pascual que Dios ó qien sea tenga por allá arriba.
Para no quermarnos, bañemonos, bebamos agua ó vino y disfrutemos del agua que caiga de las nubes porque nuestros Alcaldes no dan para más. Su cerebro no tiene capacidad nada más que para ver pasar bill..y ladrillos con cemento.
La guerr del agua solo ha hecho que comenzar.
Ni el Alcalde de Segovia ni la Mancomunidad de La Atalaya en pleno ni en particular los Alcaldes de Palazuelos, Trescasas y la Lastrilla tienen autoridad moral para pedir a los ciudadanos que ahorremos agua, cuando ellos mismos se la regalan a Bezoya y promueven macrourbanizaciones y campos de golf con un consumo de agua insostenible. Mientras tanto, lo único que se les ocurre es pedir presas y limitar el caudal ecológico de los ríos; es increíble tanto despropósito, pero mucho me temo es sólo el principio de lo que son capaces de hacer con tal de servir a intereses diversos. Lo más indignante es que encima tengamos que aguantar que lo hacen en aras del desarrollo de Segovia. ¡serán...!
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