hontanillademolicion

miércoles, agosto 30, 2006

Soraya


Soraya es un nombre de mujer de origen parsi, cuyo significado es "excelente" y con festividad celebrada el día 11 de noviembre. Dice una web sobre los nombres, que las chicas que se llaman así se caracterizan por la prudencia y la seguridad en los pasos que dan para avanzar en la vida. Yo he tenido una referencia de que alguna no es así o, al menos, no lo es su admirador.
Esta semana he estado visitando el Cerro de San Isidro en Domingo García y me he encontrado con este grafitti sobre los petroglifos (grabados en roca) de uno de los paneles. No parece que sea una agresión demasiado grave, pero a mí me ha dado por pensar en que allí está un yacimiento del Paleolítico (con grabados de hace 15.000 ó 17.000 años) y postPaleolítico cuidado por un vigilante, que lógicamente se va a su casa al finalizar la jornada laboral y no hay ninguna protección . Ni una alambrada, ni un muro. Nada de nada. APIA, la Asociación de Amigos de la Pizarra y la Arqueología, lleva mucho tiempo pidiendo el vallado del yacimiento.
Y una, que tiene muy mala idea y está un poco asilvestrada, se ha acordado de la pasta que se iba a gastar la Junta con el concierto fallido de los Stones o de los billetes que se destinaron a esa cabalgata postiza conmemorando la autocoronación de la simpar Isabel la Católica (¡lástima no ver a la consejera en el papel de reina!). En fin, que no entiendo por qué no hay dinero para esto, tan necesario, y lo hay para otros boatos y propagandas. Será que soy una inculta.

3 Comments:

At 3:07 p. m., Anonymous Anónimo said...

El comentario siguiente no tiene nada que ver con la noticia de los grafitis, es solo para hacer eco de una noticia aparecida en el Norte de Castilla (30-VII-06)

Centaurea denuncia la tramitación «irregular» de una urbanización.

Los ecologistas dicen que el Ayuntamiento aprobó el plan de Las Tejoneras sin solucionar el vertido de residuales El técnico municipal de Urbanismo detectó 19 deficiencias en el proyecto de construcción de 238 viviendas.

Los ecologistas espinariegos han vuelto a arremeter contra las actuaciones urbanísticas del Ayuntamiento, en este caso por la aprobación del plan parcial de Las Tejoneras, un proyecto que prevé la construcción de 238 viviendas y que, según los denunciantes, no tiene resuelto cómo evacuar las aguas residuales de sus 800 posibles habitantes. Esta es una de las diecinueve objeciones expuestas en un informe por el técnico municipal de Urbanismo lo que, sin embargo, no ha impedido que los planes de la promotora hayan recibido el visto bueno inicial.

La Asociación Ecologista Centaurea denuncia las «irregularidades» cometidas en la tramitación de un proyecto que, de salir adelante, «incrementará el riesgo de incendio en el monte público El Estepar, con el que colinda, y contribuirá a su degradación».

Para Centaurea, la actuación de la Sección de Urbanismo y del equipo de Gobierno municipal (PP-ASI) ante el plan parcial de Las Tejoneras, promovido por Geprolar Promociones Inmobiliarias, es «incomprensible e incoherente» por cuanto ha sido informado favorablemente y aprobado inicialmente «a sabiendas de las graves deficiencias del mismo».

Informe técnico

Los denunciantes sustentan esta versión en un informe técnico del jefe de Urbanismo, Fernando Cruz Medrano, del 14 de marzo del 2005, en el que describían hasta diecinueve deficiencias. Entre ellas, Centaurea destaca que no se hace un adecuado estudio del valor medioambiental de la zona ni del impacto de la urbanización; que el consumo de agua previsto es sumamente elevado y totalmente inadmisible (300 litros/habitante-día), siendo el doble de la media actual del municipio, y que deja sin aclarar como se resolvería el problema de los vertidos de aguas residuales ya que el promotor no justifica que tenga resuelta la conexión de las aguas fecales a una red general de saneamiento.

Igualmente, siempre según la versión de Centaurea, el informe del técnico municipal señalaba que el proyecto contempla eliminar las aguas pluviales directamente al Arroyo de las Tejoneras, sin autorización de la Confederación Hidrográfica del Duero ni de los propietarios de los terrenos colindantes por los que discurre el arroyo; que se propone cruzar una vía pecuaria con una calle de la urbanización, y que no se aclara como se haría la conexión con la N-VI, ni se tienen en cuenta los informes desfavorables del Ministerio de Fomento al respecto.

Ante este cúmulo de deficiencias, la empresa promotora presentó un escrito con el fin de subsanarlas, pero, según los ecologistas, «en buena parte de ellas, especialmente las de mayor importancia (valoración medioambiental, vertido de aguas fecales, vertido de aguas pluviales, conexiones viarias), no se plantea nada, o la solución sugerida por el promotor no tiene validez práctica».

Para Centaurea lo sorprendente es que, aunque reconoce en un segundo informe, de 24 de octubre del 2005, que no se han resuelto una serie de deficiencias de gran importancia, el jefe de Urbanismo «decidió cambiar de postura e informar favorablemente el citado plan parcial».

Ello dió pie a que la Junta de Gobierno Local lo aprobase inicialmente el 11 de mayo pasado, «sin esperar a disponer del informe preceptivo del Ministerio de Fomento» y sin que hubiese recibido la documentación pertinente la Unidad de Carreteras, como así lo hizo constar este departamento días más tarde en un escrito remitido al Ayuntamiento, en el que vuelve a oponerse al plan parcial.

 
At 3:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

Esto si tiene que ver con la desprotección del patrimonio de todos y que no parece ser tema prioritario para nuestros políticos, ¿y para nosotros? Tambien aparecio en el Norte de Castilla (creo) hace algun tiempo.

Patrimonio y radicales
LUIS BESA/

Ayer, camino de Orejana, pasé por Nuestra Señora de las Vegas y fotografíe una
de las mayores animaladas perpetradas contra el patrimonio segoviano. Semanas
atrás, algún baboso se entretuvo unas horas en arrancar dos capiteles
románicos a golpe de escoplo y radial. Seas quien seas, eres lo peor: un
payaso sin gracia.

Nuestra Señora de las Vegas tenía uno de los claustros más bonitos del
románico segoviano. Es una pequeña iglesia a pie de carretera. Los muchos
excursionistas que frecuentamos la zona solíamos pasar por ahí para
regalarnos con la policromía de los bajorrelieves de la puerta y los curiosos
capiteles. Los dos arrancados eran de trasunto mitológico. Formaban trío con
un centauro, que ahora se ha quedado solo guardando la ribera del Cega. Hasta
que vayan a por él con una radial y un escoplo.

Resulta imposible poner a la Guardia Civil a patrullar los cientos de
capiteles que adornan la provincia. O pretender que la Junta o el
Ayuntamiento deben vigilarlos uno a uno. (Otra cosa es que se agradecería un
plan de prevención, un algo). Contra los burros no hay quién pueda.

La razón es clara: para preveer cuántas estupideces somos capaces de perpetrar
los hombres habría que amputarse medio cerebro y 'pensar en estúpido'.
Ponerse como meta renunciar a la claridad de la lógica y levantarse cada día
con el ánimo de a ver cuántas burradas puedo perpetrar hoy. Y ni aún así,
pues la gilipollez es un pozo sin fondo.

Aunque hay que reconocer que llegar a los niveles del cabronazo que arranca
capiteles por el Cega, cuesta. Contra la estupidez hay que actuar de otra
manera. A lo mismo, en estos momentos, corre por ahí otro tipo de retrasado,
el que se jacta de tener en su casa de campo un «capitel románico de verdad».
El típico tontolaba que se cree que tener una «casa rústica» apareja
adornarla con algún expolio. Por ejemplo un posalibros para aguantar tiesos
en la alacena el listín de teléfonos y el 'Código da Vinci'. A estos pájaros
hay que denunciarlos uno detrás de otro, y lo mismo que hacemos con los
adolescentes que emplastan sus grafitis en las paredes, tenerles los fines de
semana limpiando de mierda las riberas. Son estos borricones los que, cuando
no masacran claustros con radiales ellos mismos, mantienen vivo un mercado de
expolios inaceptable.

Su burrez es de la peor especie. Paso por alto el cretinismo de pensar que un
capitel del XII vale algo arrancado de su contexto. Por poner un simil, es
como recortar el careto del perro de Las Meninas para decorar un calendario.
Lo peor es que esta clase de incultos terminales solo asignan valor a las
cosas cuando son suyas y solo suyas. Se diría que les molesta que algo sea,
además de suyo, de todos los demás.

Los dos capiteles arrancados estaban en Nuestra Señora de las Vegas para solaz
de todos. Bastaba viajar hasta ahí para disfrutarlos. De hecho, gran parte
del placer estaba en eso, en viajar hasta allí. Pero para esta clase de
atrofiados la cuestión no es disfrutar más o menos, la cuestión es tenerlo
ellos y nadie más. Deben arrebatárselo a los demás para poseerlo y sentirlo
suyo. Aunque se lo carguen con una radial y lo que tengan, al final, sea un
resto del resto. Además de un payaso analfabeto, eres un enfermo.

 
At 2:56 p. m., Blogger hontanillademolicion said...

En el Norte de hoy, 1 de septiembre, Alfonso Arribas escribe sobre este asunto. Aquí está su visión:

Desconocida Soraya

Ignota señora o señorita: si has sido tú la que en un arrebato de vanidad ha querido estampar su firma junto a las inscripciones milenarias del Cerro de San Isidro, has de saber que te has ganado un espacio de honor en el ranking de salvajes, lo cual, en tu bobería presuntamente adolescente, puede resultar gracioso al principio pero acabará produciendo un molesto dolor de conciencia. Si ha sido un enamorado tuyo el que ha agredido una herencia artística tan valiosa para demostrar su incondicionalidad, habrá que llenarle el cuerpo de tatuajes con los nombres de reformatorios y juzgados para que se vaya acostumbrando a su lectura y sonido, porque quien no tiene cerebro suficiente como para respetar la obra de unos antepasados tan lejanos es difícil que posea recursos para vivir en sociedad. En fin. Entiendo que la Asociación Cultural Amigos de la Pizarra y la Arqueología, tras el disgusto, pida el vallado urgente del yacimiento, pero ni siquiera esta medida dejará a salvo los petroglifos porque la solución no pasa por poner trabas a los vándalos sino reconvertirlos, de forma que los obstáculos se llamen educación, sensibilidad y respeto y no verjas, vallas o muros. El Acueducto está ahí, despojado de defensas, para que se pueda disfrutar sin barreras a pesar de que, él también, periódicamente sufre el arañazo de estos delincuentes.

 

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