¡Pobre puerta de San Cebrián!

El Norte de Castilla se hacía eco ayer del quinto aniversario de la aprobación del convenio para la construcción del hotel y del parking de las Oblatas. Lo hacía así:

1 de agosto de 2001
El Pleno del Ayuntamiento de Segovia aprobó con los votos de PP, PSOE y UC la propuesta de modificación y elevación a convenio definitivo del protocolo que el municipio firmó con la Sociedad Mercantil Hotel Doña Juana, S.L. para la construcción de un hotel y un aparcamiento subterráneo de 500 plazas en el edificio que albergó el convento las Madres Oblatas, frente al Hospital de la Misericordia.Según el borrador del convenio, del medio millar de plazas con que contará el aparcamiento, 193 irán destinadas a rotación y serán explotadas por la sociedad promotora durante 75 años en el mismo régimen de tarifas que rige en el aparcamiento de la avenida de Fernández Ladreda. La nueva infraestructura pretendía paliar en gran medida los problemas de tráfico del recinto amurallado.

En el día de hoy se sigue adelante con esta vergonzosa obra -de "expolio" se ha calificado lo allí hecho por opiniones más autorizadas que la mía- , que tendrá muchos efectos -y todos perniciosos- sobre el patrimonio histórico de nuestra ciudad. Yo hoy sólo quiero fijarme en una cuestión: ¿qué ocurrirá con la Puerta de San Cebrián?

La puerta de San Cebrián es la única comunicación abierta al tráfico rodado del recinto amurallado con el valle del Eresma. En el pasado ya han surgido muchos problemas (desprendimientos, rozones, derribos de alguna parte de la puerta) con el tráfico. Pero no hay que preocuparse, ahora con un hotel y un aparcamiento de 500 plazas a su vera no habrá ningún problema. ¡Ah! La foto, con varias especies en riesgo de extinción: el burro, el campesino con boina, la puerta de San Cebrián, está sacada del número dedicado en 2003 a las Puertas de la Muralla de Segovia por la Asociación Cultural Plaza Mayor y forma parte de la colección de Javier Alonso Herranz, según se especifica en el citado número.