Atenuantes

Mientras me preparo para acudir a la rueda de prensa-concentración (curioso formato de protesta) para la defensa de las aguas públicas de Segovia y su alfoz (es decir, para que no se entregue lo público a una empresa como Bezoya, algo de cajón), me entero por El Adelantado ( http://www.eladelantado.com/ampliaNoticia.asp?idn=44733&sec=1 ) que lo que aquí se ha denunciado no era para tanto: al fin y al cabo los árboles estaban en malas condiciones y la tala era necesaria o urgente, eso dice el concejal Conde; además ya se decía en El Norte de ayer que por la finca pasaba una línea de alta tensión que podría haberse afectada por la altura de los árboles. Ya ves, y yo creando alarma ciudadana.
Por cierto, en El Adelantado dicen que soy un colectivo, qué más quisiera una. ¡Ah! También me entero por El Adelantado y por la Asociación Amigos del Patrimonio de que lo que yo califico como una salida de aguas enmarcada por un arco de ladrillos es, en realidad, una construcción del siglo XVII, que permite la salida del arroyo Alemán o Alamillos. Bueno, pues si veis las fotos de días anteriores, veréis cómo ha sido tapado por unas estructuras prefabricadas de hormigón, parece que siguiendo el Plan de Adecuación de las Riberas del Eresma.
Por cierto, ya os hablaré de este plan, pero ahora me tengo que ir a lo de las aguas que nos han privatizado. Ya os diré si veo allí a Francisco Vázquez, el senador, que tan ecologista se nos ha vuelto con lo de los árboles del quiosco de los bomberos, o con su compañero de corporación, el concejal Conde. No me extrañaría nada, pero que nada, nada.
Mientras, os dejo con la viñeta de Orcajo que hoy mismo publica El Norte