Consecuencias del capitalismo de rapiña: esta imagen será un recuerdo

Coloco esta foto para que os detengáis en ella un instante. Hay que fijarse bien y buscar en ella lo evidente. No hay que subestimar el significado de "evidente". Podría parecer a primera vista que esta es una foto del embalse del Pontón, muy cerca de la desembocadura del Cambrones, con la sierra detrás. Sin embargo, como dice Juan José Millás, lo evidente es con frecuencia lo que no se ve. Y en esta foto lo evidente es que a este paisaje se le está acabando el tiempo. Será sacrificado en el altar del desarrollo, en aras del progreso de Segovia y su alfoz.
Hoy he escuchado en la radio al alcalde de Palazuelos cumplir con su deber de político responsable y exigir, en el acto de inauguración de la depuradora de esta localidad, más agua, porque sin agua -decía- no hay desarrollo sostenible ni no sostenible. Decía después que esta tierra tiene que desarrollarse y que la gente no se tiene que ir de ella y me parece que hablaba del crecimiento y todo eso, de la urbanización y sugería la idea de la presa que ya viene para destruir el Cambrones y la falda de la sierra. Siempre la misma patraña.
Qué triste oír de boca de un alcalde de la autodenominada izquierda el discurso justificador del más puro capitalismo de rapiña, ese que exige recursos naturales sin cuento, que privatiza los bienes más elementales de la colectividad -la tierra y el agua-, que promueve la especulación pura y dura que enriquece a unos pocos, explota a muchos y desprecia los derechos de la mayoría y compromete el futuro de los que nos sucederán después, que no ve otro desarrollo que el de las grandes empresas de la construcción.
Mientras escucho esto, leo en El Adelantado que el plan de control de la inmigración ilegal, puesto en marcha por la Subdelegación del Gobierno en Segovia, se ha saldado con la detención de 22 empresarios, acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores, en los siete primeros meses del año. Por otra parte, El Norte afirma que en el mismo período se han detectado 160 mujeres en situación irregular -vaya usted a saber cuántas de ellas en situación forzada, o dependientes de alguna mafia o red de extorsión- trabajando en clubes de alterne de nuestra provincia. Esas son las cloacas de este desarrollo que nos venden.
Ni en la radio ni en los periódicos he oído reivindicar en este día otro tipo de desarrollo, en una ciudad en la que faltan un montón de equipamientos culturales, en la que no hay más que una guardería pública, que es la única de la región que no tiene un campus público universitario, en la que escasen las verdaderas ayudas a la vivienda para la población joven y para que las personas de más edad puedan llevar una vida autónoma, en la que es raquítica la solidaridad con los países pobres, en la que existe un único hospital general cuyas obras nunca acaban,...
Pero eso sí, ellos, los que nos mandan empeñados en forjarse identidades a base del crecimiento, de la construcción, del desarrollo (leáse bien: del descojonamiento de nuestro patrimonio, de la destrucción, de la especulación) a base de chalés, urbanizaciones, campos de golf, presas en el Cambrones, para que pueda decirse "Yo hice esto y lo otro". Y, como dice José Luis Sampedro, así se santifican, y van construyendo una opinión pública pasiva que sigue el camino que está marcado por el dinero y sus sirvientes.